Resumen provisional del libro “La riqueza de las naciones”, de Adam Smith

El resumen es provisional, dado que el libro necesita una segunda lectura.

Sociología, estructura económica, estructura social, economía política

 

Autor de comentarios y resumen: E.V.Pita , licenciado en Derecho y Sociología.

 

 

Título: “La riqueza de las naciones”, de Adam Smith (1776)

 

INTRODUCIÓN

Adam Smit procede de Escocia, en un mundo donde imperaban las teorias fisiócratas sobre la productividad de la tierra.

Notas del lector: Tras la lectura de la mitad del libro, puedo indicar varias cosas. Adam Smith cree que los salarios se equilibran en función de las épocas buenas y las malas, dado que existe un salario mínimo a partir del cual ya no compensa trabajar y que es el doble de la subsistencia, lo justo para alimentar a una familia. A partir de ahí, el salario oscila. Si un país afronta una época de crecimiento y hacen falta trabajadores, los salarios suben y se produce una época de prosperidad y de aumento de la natalidad. Es lo que ocurría en Norteamérica en 1776. Muy en la línea de Malthus, si luego hay más trabajadores que trabajos, el precio del salario disminuye porque siempre habrá alguien dispuesto a trabajar por un poco menos. Por mucha presión sindical que haya, dice Adam Smith que al final imperará la ley natural del salario que busca un equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo y salarios. Hay algo que destacan otros autores posteriores (incluso del siglo XXI) y es que Adam Smith dice que los patronos pactan en secreto una reducción a la baja de los sueldos.

 

Luego, también estudia los tipos de interés como modo de saber si un país crece o no. Por ejemplo, el 3% rebela una envidiable economía mientras que un interés del  12 al 40% señala que hay problemas en ese país porque los acreedores ven riesgos.

 

Las primeras páginas son dedicadas a la división del trabajo, de cómo una persona puede tardar días en hacer un alfiler mientras que una cadena de empleados especializados consigue producir mil al día.

 

Al analizar los salarios, Smith estudia la peligrosidad de los mismos, la formación necesaria, la temporalidad, o lo ingratos que son los oficios. Por ejemplo, dice que un artesano debe cobrar más que un granjero y un minero, más que los demás. [Nota del lector: sobre el tema de la formación, es estudiado por Max Weber en La ética protestante]. También explica los altos ingresos de un boticario que no se deben a que este exprima altos beneficios a sus baratos productos sino que ahí va incluido su salario por la responsabilidad. En el caso de abogados o médicos, solo uno de 20 logra culminar la carrera, por lo que cobra lo de 20.

 

Posteriormente, estudia los ingresos obtenidos por los tenderos de Londres y de otras localidades, para explicar por qué en Londres los productos son más baratos si el transporte al medio rural cuesta más o menos lo mismo.

 

Sobre los gremios

En otro de los apartados del libro, examina los grandes obstáculos a la libertad de comercio que suponen las reglas y ordenanzas de los gremios, que limitan el número de aprendices de cada artesano o establecen que las universidades de herreros o canteros, artesanos en general, durarán siete años de formación. Lo único que se consigue así, dice Smith, es que los aprendices sean perezosos ya que trabajarán siete años gratis para su maestro pudiendo trabajar y aprender desde el principio, lo que sería más productivo para la economía en general pero no para los gremios, que verían reducir sus beneficios.Tal y como está montado el sistema de gremios, un fabricante de coches (carruajes) no puede fabricar las ruedas sino comprarlas a un artesano cualificado del gremio, artesano que no tiene prohibido fabricar coches.

Smith dice que un campesino necesita mucha más habilidad y sesera para producir una cosecha que un artesano u obrero, que se aplica intensivamente a una o dos destrezas. Entonces, ¿por qué el salario de un campesion es menor que un jornalero de ciudad? La razón, dice, es que el sistema de reglamentos de los gremios encarece los precios en la ciudad porque la idea es sacarle dinero al campesino que va a comprar a la ciudad.

Para Smith todas estas regulaciones que quieren asegurar la calidad del producto son redundantes porque es el cliente quien dice si un artículo es de calidad y no le interesa saber si el aprendiz ha estudiado 7 años o 5. Y de hecho, tales regulaciones solo son aplicadas en la ciudad, dado que en el campo no se cumplen porque la economía del día a día obliga a los aprendices a estar operativos en el más corto plazo de tiempo para ser productivos.`

[Nota del lector: inevitablemente, os gremios traen el recuerdo de las universidades como fábrica de parados  y la desmotivación de los alumnos, así como las famosas regulaciones de denominación de origen y otras normas sobre el comercio]

 

Sobre la emisión bancaria

Smith critica al banco de Escocia porque hacía favores a sus dueños, que sacaban dinero de la caja para volverlo a ingresar y obtener intereses, o porque concedía grandes créditos para proyectos de cultivos que tardarían mucho en generar rentas.

 

Sobre la inflación y los precios

Gran parte de la obra de Smith está dedicada a analizar la evolución de los precios y del coste de la plata desde tiempos de Julio César, la Edad Media y la conquista de América, y compararla con el precio del trigo. Dice que en ciudades ricas como Génova es caro porque lo importa.

 

Sobre China

Admite que en el siglo XVIII, China es el país más rico del mundo pero que está estancado, por lo que los salarios reales son más bajos que en Inglaterra y el resto de Europa, economías emergentes y en crecimiento.

 

Utilitarismo

¿Cuál es el valor real de una cosa? Smith dice que el precio real, la cantidad de trabajo que pueden comprar o comandar, sube en epocas de pobreza y depresión y se hunde en tiempos de riqueza y prosperidad, que siempre son tiempos de copiosa abundancia, puesto que en caso contrario no lo serían de riqueza y prosperidad. El cereal es algo necesario mientras que la plata es supérflua. Por eso, los países míseros (los pueblos salvajes, los más pobres, dice) no le dan valor a los metales preciosos.

 

Establece que el precio real es la cantidad de trabajo que exige hacer algo para comprarlo. [Nota del lector:  el economista Karl Marx hizo una matización a esta formulación, ya que dijo que hay que descontar una parte del valor del trabajo total pues corresponde al beneficio o plusvalía que obtiene el empleador].

 

 

Evolución del precio de los metales preciosos

[Nota del lector: este apartado es importante, porque la evolución del precio de la plata tiene relación directa con la economía de Castilla y la conquista de América]

 Por consiguiente, cualquiera que haya sido la expansión en la cantidad de metales preciosos que derivó, en el periodo entre mediados del siglo XIV y XVI, del incremento de riqueza y el progreso, no pudo haber influido en la caída de su valor, ni en Gran Bretaña ni en parte alguna de Europa.

En una segunda fase, de 1570 a 1640, el valor real de la plata se hundió y el precio nominal del grano subió. El descubrimiento de los ricos yacimientos de América parece haber sido la causa.

Tercera época: de 1630 a 1640, se hundió completamente el precio de la plata, que no se recuperó hasta 1700 mientras el trigo creció algo, en parte fomentado por leyes y subvenciones.

Ya en 1776, Smith rechaza la conjetura de que sigue cayendo el valor de la plata pese a la creencia general de que el aumento de la riqueza en Europa y la idea popular de que cuando la cantidad de metales preciosos se eleva con el incremento de riqueza su valor disminuye.

Smith cree que no: que el oro y la plata fluyen hacia un país rico por la misma razón que acuden al mismo toda clase de lujos y rarezas; no porque allí son más baratos que en países más pobres sino porque son más caros, o porque se obtienen más de ellos.

Añade que con la excepción del cereal y otros vegetales cuyo cultivo deriva solo del trabajo humano, todas las clase de materias primas se vuelven más caras a medida que la sociedad avanza hacia la riqueza y el progreso. Esto es síntoma de que las mercancías se han vuelto más caras o que compran más trabajo que antes. Con el progreso y los adelantos, lo que aumenta no es sólo su precio nominal sino también su precio real.

 

Evolución del precio real en las materias primas

Smith estudia la evolución desde tiempos de Roma del precio de las materias primas como el trigo, la carne, la lana, cuyos precios fluctúan según la competencia que haya para obtenerlas.

Por ejemplo, dice que el precio del ganado sube tanto que resulta tan rentable cultivar tierra para obtener alimento para el ganado como para el hombre, ya no puede subir más. Si lo hiciera, entonces se destinarían los campos cerealeros para pastos. Muchos países y regiones aún no han alcanzado ese precio limite, dice.

 

Los tipos de interés

Estudia las politicas monetarias y las inversiones rentables de capital. Acusa de falaces a quienes como Locke, Law, Montesquieu conjeturan que el incremento en la cantidad de oro y plata traído por España fue la causa real de la disminución del tipo de interés en toda Europa. Es una falacia, dice, pensar que al reducirse el valor de esos metales, también debería haberlo hecho el valor del empleo de cualquier porción de los mismos y por ello el precio que debería pagarse por ese empleo. Smith contraargumenta que antes del descubrimiento de América, el tipo de interés era del 10% y ahora se ha reducido al 6,5,4 y 3%. Dice que es imposible que la reducción en el valor de la plata tenga la más minima tendencia a reducir el tipo de interés.

 

La última parte del libro la dedica a la historia económica de Roma hasta el siglo XVIII

 

Sobre los impuestos

Dedica el último apartado a ver cómo se recaudan los impuestos y cual es su valor límite. Es especialmente crítico con los impuestos recaudados en las colonias ya que considera que no compensan el gasto que genera su defensa. “El imperio británico es una fantasía que se ha vendido al pueblo y que solo ha existido en nuestra imaginación”, dice.

 

El último párrafo del libro.

El libro fue publicado durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Smith dedica las últimas líneas de su libro a lo siguiente: “Los efectos del monopolio del comerco colonial, como se ha demostrado, son para el grueso de la población una pura pérdida en vez de un beneficio. […] Si el proyecto no puede llevarse a cabo, entonces debe ser abandonado. Si no se puede lograr que cualquier provincia del Imperio británico contribuya al sostenimiento de todo el imperio, está claro que ha llegado el momento de que Gran Bretaña se libere del gasto de defender a esas provincias en tiempos de guerra o militares en tiempos de paz, y que en el futuro procure ajustar sus ideas y sus planes a la mediocridad real de sus circunstancias”.

 

 

[Nota del lector: Recomendaciones: el libro es un auténtico manual de Economía que ayuda a razonar sobre la evolución de los precios, los tipos de interés o los impuestos. Posteriores autores lo han criticado pero la forma de razonar del libro es válida para entender el funcionamiento de una economía]

 

 

Otros resúmenes de la obra en Internet:

 – http://apuntes.rincondelvago.com/la-riqueza-de-las-naciones_adam-smith.html

http://www.altillo.com/examenes/uba/economicas/ciclogeneral/economia/econ2009resadamsmith.asp

http://www.cee.usb.ve/La%20riqueza%20de%20las%20naciones.htm

http://www.eumed.net/tesis/jcrc/RESUMENFINAL.pdf

http://www.buenastareas.com/ensayos/Adam-Smith-La-Riqueza-De-Las/378409.html

http://www2.uah.es/econ/hpeweb/HPE983.html

http://www.elortiba.org/smith.html

http://es.wikipedia.org/wiki/La_riqueza_de_las_naciones

About evpita

Journalist in Spain and student of postgrade in University of Santiago of Compostela (USC)
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